La película del director
Alfred Hitchcock llamada Marnie,
filmada en 1964, está basada en una novela homónima de Winston Graham, en donde
se pone de manifiesto temas como la sexualidad, sobre todo la femenina;
cuestiones psicológicas y situaciones familiares escabrosas.
La trama de la película consiste
en que la protagonista de nombre Marnie es una ladrona de orden patológico, que
vive robando a los lugares donde es contratada y para no ser identificada
frecuentemente cambia de identidad. Todo iba a la perfección cuando ingresa a
laborar para la empresa de Mark Rutland, quien la descubre y trata de ayudarla
pero a cambio de que se case con él, luego decide buscar las causas por la que
Marnie no permite ningún contacto físico en especial con hombres y el terror
que le tiene al color rojo.
En relación
con lo que menciona Neira Piñeiro en su libro Introducción al discurso narrativo y fílmico, toda narración
fílmica al igual que la literatura se da en un determinado tiempo, el cual
posee una dimensión espacio-temporal, configurando una representación
espacial; y donde el plano tiene una duración temporal.
En primer
lugar en la película no se encuentra un tiempo interno, aunque en un principio
se da una historia con un tiempo lineal y continúo, pero al final se perturba
ese tiempo, debido a las regresiones que tiene la protagonista Marnie al
recordar su niñez. Además, suponemos el tiempo del argumento hace variaciones
en cuanto al ordenamiento de la historia porque se está contando dos historias
en una. También observamos que se recurre al flash-back para contar la historia
de Marnie.
El
director inglés hace el uso de herramientas como es el conocido flash-back, tal
y como se mencinó, con la intensión de mostrar el pasado, teniendo en cuenta
como se une con el resto del discurso y a su vez otorgando sentido a la
historia, el flash-back se utiliza a partir de que Marnie va a casa de su
madre, pues ahí empieza un narrador implícito a contar la situación de esta
mujer desde el momento en que robó a Rutland, y luego vuelve al presente donde
Mark la encuentra y ahí continúa la historia; sin embargo, el flash-back se
vuelve a utilizar al final de la película cuando Marnie recuerda todo en la
casa de su madre y se da cuenta que ella asesinó a un hombre por defenderse a
sí misma como a su madre cuando tan solo tenía cinco años de edad. El flash-back,
es como retornar al pasado, su utilización adquiere distintas formas.
En
la película, se dice que Marnie no solo robó a Mark, sino que a cinco personas
más anteriormente, por lo tanto hay un tiempo ausente porque se nos está
contando algo que ya sucedió.
Respecto con
la frecuencia, como se mencionó anteriormente, Marnie tenía miedo a tener
contacto físico con hombres y al color rojo; esto se representa varias veces
por lo tanto tenemos una frecuencia de tipo repetitiva porque se está contando
varias veces lo que ha sucedido una vez.
Dentro
del filme se puede observar que en la mayoría del tiempo en que se desarrolla
la película es de día, los actos de robo se dan al final de la jornada, con
relación a la noche se muestra como Marnie al dormir tiene pesadillas sobre su
infancia y que ella no logra saber por qué; ya que al parecer la protagonista
no está consciente o más bien no ha querido aceptar que tiene un problema y
durante la noche, mediante sus sueños, sale a flote su inconsciente; tema que al
cineasta le agradaba mucho abordar en sus películas; por eso se considera como
uno de los primeros que incluye el psicoanálisis en la modernidad. En la
mayoría de las escenas se muestra el lugar donde su madre vive que es en
Belmont, espacios que tienen una apariencia inofensiva pero a la vez
misteriosa; la casa en donde vive con su marido, los acontecimientos que
ocurren son durante el día.
El espacio
con respecto a lo que nos dice Neira Piñeiro, en el libro Introducción al
discurso narrativo fílmico es el lugar donde se sitúan los personajes y
acontecimientos. Pero además de esta definición simple, los espacios también
suelen ser de carácter simbólico.
Se considera
que en el cine el espacio no es continuo, sino una serie de ambientes
fragmentados, por ejemplo en la literatura; sin embargo, en el cine si se desea
hacer una película de alguna obra literaria, el director deberá montar en una
escena, varios espacios a la vez; es decir se puede pasar con facilidad de un
lugar a otro.
Con ello
podemos ver que los acontecimientos se desarrollan en una ciudad de los Estados
Unidos (espacio que se utiliza con regularidad), principalmente nos muestra
espacios (patentes) como la casa de la familia, el puerto donde vive la madre
de Marnie (el cual aparece varias veces) y la oficina donde está el dinero.
Varias de las escenas
de la película se repiten en varias ocasiones; suponemos esto sucede porque de
acuerdo con Neira Piñeiro, el espacio fílmico tiene como soporte la iconografía
porque adquieren un carácter mimético: se parecen a la realidad.
Se
observa que la salud y la enfermedad
psicológica que son las desencadenantes del amor, el rechazo y la desconfianza
que se tiene ante los hombres y su manía por robar, toma como tema la identidad, la culpabilidad;
igualmente el personaje femenino no es el mismo cuando inicia la película que
cuando esta termina. Por ejemplo: cuando Marnie tiene el accidente con el
caballo, se considera que el momento en que el caballo tropieza con el muro,
esa escena, es muy simbólica porque representa la caída de Marnie. Consideramos
esta película es netamente psicológica, al igual que muchas de este director,
porque se nos presenta ese inconsciente del ser humano; tema hitchcockiano por
excelencia, al igual que el del falso culpable, pero aquí no lo encontramos
como en muchas otras películas del cineasta. Claramente se puede observar que en esta película se propone muchos de los temas y elementos de los cuales se han hablado anteriormente (otros ensayos), pero en este caso priman la cuestión del inconsciente, las fobias o miedos y los problemas relacionados con la mente; y situaciones familiares conflictivas. Un dato curioso de esta película es que al inicio vemos a una mujer caminando de espaldas, la cual representa ese personaje enigmático que desde el título de la película podemos deducir que es Marnie, tal y como lo dice el título, la ladrona; sin embargo, esto pasa a segundo plano, pues a lo largo de la película vemos que en realidad se le da mayor importancia a la vida de Marnie; por lo que se juega con el espectador, quien cree que puede suceder otra cosa o espera otra historia, pero al final es algo mucho más complejo lo que se trabaja en esta película, que es lo psicológico del personaje. Empero concluímos hay un una especie de espectador implícito porque como se dijo, va más allá de lo que espera el espectador por cómo esta película comienza; además por eso se dice hay dos historias en una como sucede en Psicosis.
Fuentes bibliográficas:
María del Rosario Neira Piñeiro. Introducción al discurso narrativo fílmico.
Madrid: Arco/ Libros, 2003.